Qué debe saber sobre comprar y vivir en una comunidad de vida independiente para personas mayores.

Al mudarse a una vivienda más pequeña o al acercarse la jubilación, muchas personas buscan comunidades con propietarios mayores de 55 años. Para algunos, el estilo de vida se adapta perfectamente a sus deseos. Para otros, deja mucho que desear. Aquí hay algunos aspectos clave que debe saber sobre vivir en una comunidad diseñada para personas mayores.

Comodidades integradas

Un gran atractivo de las comunidades para mayores de 55 años son sus comodidades. Los propietarios obtienen:

• Libertad de mantenimiento exterior porque está a cargo de la Asociación de Propietarios
• Una escena social integrada y actividades programadas.
• Servicios como casas club, piscinas y campos de golf.

Además, muchas comunidades brindan seguridad, como entradas con personal y cámaras de vigilancia, para la tranquilidad de los propietarios.

No es el sueño de todos

Por otro lado, una de las frustraciones más comunes en las comunidades para mayores de 55 años son las normas. Desde las restricciones sobre las mascotas hasta la duración de la estancia de las visitas, los residentes pueden sentirse limitados. A veces sienten que su privacidad es invadida por quienes imponen las normas. Y cuando se imponen multas por infringirlas, eso supone un coste adicional para los propietarios.

Lea los convenios, condiciones y restricciones de la asociación de propietarios antes de comprar. Si las reglas le parecen excesivas al leerlas, le resultarán aún más pesadas si vive allí.

Además, algunas personas pueden descubrir que no encajan en el ambiente social de las comunidades para mayores de 55 años. A veces es difícil sentir un sentido de pertenencia cuando quienes llevan mucho tiempo viviendo allí ya tienen círculos bien establecidos. A veces, se echa de menos vivir en un barrio con gente de todas las edades. Pase el mayor tiempo posible en una comunidad antes de comprar para ver si su ambiente es el suyo.

Una consideración de venta

Una vivienda para mayores de 55 años podría no ser su último hogar. Estas comunidades están diseñadas para una vida independiente, y podría llegar el momento en que usted o su cónyuge necesiten ayuda. Si la ayuda a domicilio le proporciona lo que necesita, no hay problema. Sin embargo, si necesita atención médica o de memoria continua, podría tener que mudarse. Vender la vivienda puede ser más difícil porque el grupo de compradores se limita a personas mayores de 55 años. (O al menos un miembro del hogar del comprador debe tener 55 años o más).

Tenga en cuenta todos los costes

Si las comodidades y el estilo de vida le atraen, considere los costos recurrentes al tomar su decisión. Además del costo de compra, quienes compran una vivienda en una comunidad para mayores de 55 años deben cubrir los impuestos prediales, las cuotas de la asociación de propietarios y los servicios públicos.

La asociación de propietarios también podría imponer cuotas especiales. Esto puede ocurrir cuando surge un costo inesperado, como un aumento en la prima del seguro, o cuando se necesitan reparaciones importantes en elementos comunes y los fondos de reserva no son suficientes.

Financiamiento de viviendas en comunidades para mayores de 55 años

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